5 claves que te van a ayudar a pasar la entrevista.

Pasar la entrevista personal para las oposiciones de la Guarda Civil es dependiente de varios componentes -el más esencial es estar listo- pero la experiencia nos ha enseñado que hay una secuencia de sugerencias que siempre y en todo momento asisten a los contrarios.

1. Comunicación. Es el habitual consejo que te dan en cualquier entrevista de trabajo y asimismo aplica en esta. Proteger la comunicación, tanto verbal como no verbal; desde tus expresiones y tono hasta tu expresión facial o la situación de tus manos, ¡todo charla de ti!
2. Entusiasmo. Con aproximadamente nervios, pero no puede faltar la ilusión por hallar tu plaza. Te has estado esforzando a lo largo de años para conseguir un sueño. ¡Haz que se note!
3. Autocontrol. Se debe tener clarísimo que esta entrevista no es «una mucho más», sino es una prueba para transformarse en Guarda Civil, una profesión donde el autocontrol es un requisito indispensable. Por más que te acompañen los nervios ese día, tienes que estar relajado contigo y con la prueba.
4. Sinceridad. No engañes, no finjas, sé franco. Si bien suene al habitual consejo que te daría una madre, la honestidad es primordial para sobrepasar de manera exitosa esta entrevista. Muchas son las personas que a veces procuran fingir o mentir al entrevistador, sin tener en consideración que están frente a un sicólogo enormemente preparado para advertir inconsistencias en nuestro relato.
5. Razonamientos: Las cosas tienen la posibilidad de ser blancas, negras o aun grises. Probablemente halla mucho más de una contestación adecuada si la protege como resulta lógico. Explota que la entrevista no es una prueba de opción única y arguye lo que explicas.

Psicotécnica

Esta una parte de la oposición asimismo frecuenta producir muchas inquietudes y varios estudiantes vacilan de cuáles son las cuestiones para la Guarda Civil a lo largo de las pruebas psicotécnicas. Aquí debemos distinguir 2 pruebas: la de destrezas intelectuales y la de perfil de personalidad. En el primer caso, se efectúan pruebas en general de sabiduría para medir la aptitud de estudio, razonamiento, análisis y potencial cognitivo. Al tiempo que en el segundo radica en pruebas que procuran examinar cuáles son las especificaciones de personalidad, aptitud y motivación de los solicitantes.