Con cantidades, la Asociación Unificada de la Guarda Civil ha amado desarmar las recientes afirmaciones de María Gámez, directiva general, sobre la existencia de mujeres en la Benemérita. Una presencia que, tanto en todo el país como en Ceuta, lanzan los datos muy bajo la de los hombres en tanto que, según la asociación, “mientras que los hombres en activo suponen el 91,4% de la plantilla total, la existencia de las mujeres representa el 8,5%”. Pero, a pesar de que estos son los datos, Gámez aseveró en el mes de marzo que «no hay barreras para las mujeres, ni en la Guarda Civil ni en otros campos de la sociedad», afirmaba María Gámez en el tercer mes del año.
Los números, relativos al cuarto período de tres meses de 2021, y que corresponden al último informe compartido por la Dirección General de la Guarda Civil, dicen lo opuesto pues no hay solo una especialidad donde haya mucho más trabajadoras que trabajadores hombres. De sus elementos, son el 6,69%. «No hay presencia femenina en la Unidad de Reconocimiento del Subsuelo ni en la Unidad de Capacitación Particular y, además de esto, la Dirección General de la Guarda Civil excluye de sus estadísticas la Criminalística y las costumbres de las especialidades», apunta la AUGC en una publicación oficial mandada a los medios.
Historia de la mujer en la Guarda Civil
- En los años 40, el papel de la mujer en la Guarda Civil se limitaba al de ?partera?, con unas funcionalidades básicas. Su trabajo se limitaba a efectuar cacheos y controles a personas del mismo sexo, única y de forma exclusiva. Esto es, antes que se aprobase la ley de incorporación de la mujer, ahora formaban una parte del cuerpo pero no de forma “oficial”. De hecho, no podían vestir el traje ni portar distintivos o algún otro emblema representativo del cuerpo, y bastante menos portar armas.
- El año 1988 marcó un antes y un después en este sentido, puesto que fue en el momento en que las primeras mujeres se incorporaron de manera oficial a la Guarda Civil. Fue merced al Real Decreto de Ley que dejó a las mujeres entrar a las pruebas para formarse en el Centro Armado. En esa fecha, a las mujeres ahora se les garantizaron exactamente los mismos derechos que a los hombres y asimismo la igualdad de chances para subir en el Cuerpo.
Crueldad machista, punta de lanza
La primera mujer en ocupar la Dirección General del Cuerpo apunta la pelea contra la crueldad machista como entre las preferencias del cuerpo, «otro género de terrorismo», que según Gámez, va a ser la «punta de lanza» de los agentes para terminar con esta lacra, que en el planeta rural semeja mucho más bien difícil por el silencio de la víctima y del ambiente, por el menor ingreso de las mujeres al empleo y por la la mayor incidencia del machismo.
En todo caso, insiste Gámez, «el inconveniente no es menor en las enormes urbes», ni en los mucho más jóvenes, entre aquéllos que va en incremento la crueldad ejercida por medio de las comunidades, donde ha constatado » una brecha destacable.
Resistencia
Entre las pruebas físicas de la Guarda Civil femenina asimismo hay un ejercicio de resistencia. Radica en una carrera de 2.000 metros a efectuar en un tiempo preciso y con solo una ocasión para esto. Aquí el tiempo máximo es de 11,14 segundos para inferiores de 35 años, 11,35 para mayores de 35 y inferiores de 40, y 12,49 para mayores de 40.
En un caso así se tiene que hacer una extensión de brazos desde la situación inicial en el suelo. Una flexión va a contar en el momento en que la barbilla toque el suelo y regrese a la situación inicial. El mínimo para las mujeres es de 11 hasta los 40 años y de 9 para las mayores de esa edad.